Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado...
Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y
necesitarás perdonarlas...
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las
distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la
vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen
influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser
flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa
cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo
tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar
que alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.
(dedicado a Ivanna Quan)